HOME ABOUT LINKS CONTINUING RESEARCH PAGES SPEAKERS ABSTRACTS

 

Digital Cultures Lab Research

These pages will display research outcomes and ongoing investigations inspired by the 2005 international DIGITAL CULTURES LAB in DANCE TECHNOLOGIES. Click on the number sequence at the bottom.

The workshop outcomes and commentaries are organized in the same sequential manner as the various research workshops and paths created at the Digital Cultures Laboratory. These workshops and paths, with reference bibliographies and 'libraries,' can be found under our main headers:

S T R U C T U R E . O F . W O R K S H O P S

R E F E R E N C E S

R E S E A R C H . L I B R A R Y

Ethnographic Publication Site

spanish version

Después de la Etnometodología

por Abdel Hernández San Juan

 

4- Imágenes de la Ciudad Melancólica: Lihie Talmor.

 

La obra plástica de la artista de origen judío venezolanizada Lihie Tamor presenta un caso fascinante dentro del concierto de perspectivas que ofrece hoy la plástica venezolana, esa metrópolis única en riqueza natural, nivel de actualidad en la globalización y específidad que es la ciudad de Caracas. Si en 1994 escribí unas primeras palabras sobre su trabajo plástico que titulé “Ni Adentro, ni afuera”, fue porque las obras presentadas eran a la vez bidimensionales y tridimensionales, planas y volumétricas; parecían lo mismo perspectivas desde el espacio interno que desde su contraparte, el espacio externo. Colocadas sobre la pared unas y sobre el piso, otras, estas eran formas irregulares confeccionadas en metal. Conformando figuras creativas en el espacio, las líneas que hacían sus estructuras geometrizantes--uniones entre líneas y puntos que formaban su figuralidad tridimensional—eran marcos y bastidores hechos en metal unidos en sus extremos en tal forma que anulaban unos y otros el carácter de marcos o cuadros para obtener entre ellos extraños artefactos.


Ante sus obras los espectadores estaban en aquella muestra lo mismo frente a formas que bien pudieran ser entendidas como espacios internos, es decir, alusivas al espacio interior del hogar, doméstico --relacionados a memorias tales como esas que se ubican en retratos de familia, que a elegantes formas exteriores alusivas a superficies y objetos que se suelen ver y experimentar sensorialmente en la ciudad y su espacio urbano. Unidos estos anulados marcos, unas veces por su simple fusión material, o mediante el uso de elementos tales como bisagras, podían leerse estas piezas lo mismo como adentros que como afueras, en un sentido eran evocaciones de cosas que usualmente uno puede ver en la ciudad, revestidos a su vez por impresiones en grabado y fotografías trabajadas en tonos nostálgicos y melancólicos. En la muestra a que hago referencias el espectador estaba ante un ambiente que, en su generalidad, me comunicó esta idea que desarrollé teóricamente en aquel ensayo.


Frente suyo en la pared frontal del fondo los espectadores podían contemplar una pieza en grandes dimensiones, rectángulo de metal—que sugería un cuadro bidimensional subdividido a su vez en seis cuadrados mediante líneas contorneadas y cada uno en su contenido tramado en motivos urbanos, centros respectivos con pequeños grabados y fotografías de detalles, sobre el piso sobre el cual caminaban los espectadores, una gran plancha de metal plana y acostada que devenía gradualmente desde el nivel mismo del suelo hacia conformar una cierta altura, llevando a los espectadores a caminar sobre ella, escuchando sus sórdidos sonidos alusivos a tipo de acústicas que puede uno sentir eventualmente mientras camina por la ciudad de Caracas, en otras partes sobre el mismo suelo ubicados estos artefactos puramente tridimensionales—formas volumétricas entendibles como los “ni adentro, ni afueras” a que aludía antes—remitidos desde otras paredes por obras que exploraban esas formas, pero hacia el espacio.


Las obras de Lihie no sólo consisten en estos hermosos artefactos poéticos y hasta cierto punto exóticos—que bien podrían mostrarse en espacios internos –galerías—tanto como en espacios externos –jardines en universidades o museos--en dependencia de sus dimensiones, sino también en una intensa producción de fotografías y grabados–semejantes a aquellas que integró como planos en sus formas tridimensionales, alusivas al tipo de imágenes citadinas a que hago referencias, visiones desde cerca a superficies urbanas, la texturalidad de una pared a media altura, los efectos sobre esta del transcurrir del tiempo, sus memorias, los tipos de tapas a diferentes modalidades de objetos, placas viejas con nombres de calles, tapas de desagües antiguos y tipos de letras grabadas en metal que pueden leerse, bisagras, sujetadores, fragmentos de ventanas, puertas, imágenes todas que por medio de los efectos poéticos del grabado y la fotografía dan a las obras de Lihie una relación al tiempo.


Esta poetización entre el adentro y el afuera está relacionada en Lihie con la sensibilidad, es un modo de llamar nuestra atención sobre las formas en que, por un lado, como individuos urbanos que somos propiamente citadinos y ciudadanos, cuando llegamos a nuestros hogares los espacios internos del habitad, la casa con sus diferentes espacios y habitaciones, la habitación de dormir con sus mesas de noche y sus lámparas dirigidas para la lectura, con sus cómodas para la colocación de objetos del cuerpo y fotografías, sus salas y sus recibidores, se llenan de nuestra propia estética citadina, mientras en sentido inverso, también cada cual vive una experiencia propia de la ciudad, recorridos que se hacen propios, lugares que se vuelven afectivos por sus referencias, bien sea porque siempre transitamos por ellos, bien porque los vemos desde un café en el que solemos sentarnos a determinadas horas a tomar un café, la pared llena de plantas que siempre vemos, la casa vieja aportalada de la calle tal que siempre observamos por su belleza, entre tantas referencias que se van volviendo espacios en la memoria, recuerdos, la percepción misma de la ciudad en la sensibilidad del artista ofrece una mirada que mira hacia esta como si fueran también los espacios internos del hogar, los espacios afectivos.


Las obras de Lihie reúnen algo en su estética de esta sensibilidad. Son en sí mismas, en tanto formas tridimensionales, objetos que sintetizan el espacio interno en su forma espiritual --relativo a la memoria individual, afectivo tanto como corporal,—lugares queridos, espacios recordados, objetos coleccionados, albunes fotográficos, etc, y las formas como la sensibilidad urbana está presente en las estéticas del hogar, referencias a la ciudad devenida memoria en ambos sentidos, tanto para el espacio interno espiritual, como para las representaciones del espacio externo, citadino.


No siempre la literalización de estas cosas capta la riqueza que ahondamos cuando desde la teoría simplemente las filosofamos, el ensayo que escribí en 1994 es un desarrollo teórico profundo sobre lo aludido antes--, pero la descripción de las obras puede en ocasiones favorecer ambas cosas, la comprensión de la teoría profunda y abstracta según los datos sensibles que reporta la descripción y, a la inversa, la comprensión pormenorizada de las obras. Pero la descripción de las obras según su fisicalidad, el cómo son, puede también devenir en vulgarización, tanto de los problemas abstractos de la teoría como del nivel de sofisticación que en el plano perceptivo puedan las obras mismas sugerir, entendiendo por vulgarización el empobrecimiento de los contenidos, las formas en que estos, con tal de ser comunicados, pierden su riqueza.


La preponderancia a una estética de la melancolía insistente en la fascinación por aspectos relacionados al tiempo, es no sólo una característica recurrente en estéticas hoy, también es una peculiaridad. Hay una fascinación por el objeto afectivo, el objeto reliquia, ese que coleccionado o recolectado --por su irrepetibilidad o por su serialidad, inventariado para ser clasificado o transformado en estética para ser mostrado--, remite a las formas en que el individuo se ve a sí mismo en el tiempo, la melancolía que pueden suscitar imágenes alusivas a cosas que en otro momento vivimos, o simplemente, siempre alejado desde la perspectiva actual, formas como el individuo se ve a sí mismo en imágenes de diferentes épocas, momentos o vivencias que fueron y ya no están, objetos e imágenes que poetizan.


La poesía de estos efectos no remite siempre a experiencias que fueron vividas en otras épocas, pueden en ocasiones poetizar cosas simples en la vida cotidiana, el sentimiento de estar en este mundo vuelto una emoción sublime—la intensificación del sentido del transcurso del tiempo universal del planeta ante la singularidad de nuestras vidas individuales, la emoción que puede despertar la contemplación del paisaje, o simplemente cuando uno ve a sus hijos correr jugando cuando los lleva a la naturaleza, todas estas cosas en ocasiones aparentemente nimias e intrascendentes por su inmediatez y modestia, pueden despertar intensas emociones y llenarse de una melancolía que ya no alude a la añoranza. Yo considero que las obras plásticas de Lihie Talmor reúnen, como pocas, un buen balance de todas estas cosas.

 

Workshop outcomes and further resarch developments in dance technologies continue here

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

coordinated by Johannes Birringer (London)

 

 

Join the new Dance Tech Maillist

Digital Cultures is supported by private-public partnerships and donations.