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Después de la Etnometodología
por Abdel Hernández San Juan
11-Metáforas de Procesos: Las Pinturas de Terrell James
Para analizar la obra de Terrell James uno debe ubicarse a través
de orientaciones que fueron generadas por el abstraccionismo. Algunas
de las piezas de la artista sugieren formas y mundos que parecen recrear
elementos de la naturaleza, lo orgánico y el mundo de la vida
cotidiana, lo abstracto en sus obras no debe ser entendido en ningún
sentido como aquel que se hacía abstracto por su contraposición
a la representación con base en un modelo, sino como ese abstracto
en el que, al igual que pasa con el signo acústico o el signo
arquitectónico, el signo plástico encuentra su propia
expresión potencial en elementos abstractos tales como la línea,
el color, la superficie; campos atmosféricos.
Entonces, aun a través de la semiótica del plano pictórico,
la abstracción plástica en James se relaciona más
con la noción de lo abstracto en música, poesía
y literatura que con lo abstracto entendido en el sentido de algo
más o menos realista por el modo en que refleja o no lo real.
En este sentido, su trabajo debe ser entendido como una pintura generativa.
Esto puede ser visto por la forma en que las líneas delinean
formas melódicas y hacen alusiones indirectas a la caligrafía.
De hecho, el proceso creativo en sí mismo en la obra de James
envuelve la gramática. Sin moverse más allá de
los límites de la metafísica del cuadro pictórico,
sus pinturas sugieren aquel concepto de Benjamín de la unicidad
de la obra de arte y se trata de pinturas que aluden más directamente
a Twombly—en su relación con la música, la literatura
y la vida de todos los días, pinturas que hablan de un continium
de vida, la continuidad constante de la vida. En sus pinturas nosotros
encontramos elementos tales como síntesis, acentuación,
estilizaciones que relacionan sus obras con un impulso clásico
por el modo de relacionar la figura con el fondo, la forma con el
ambiente, algo que puede ser visto como un reinterpretación
personal informalista del informalismo en la historia del arte.
Sin embargo, debemos analizar las pinturas de James sobre tela comprendiendo
el funcionamiento de la tela como un interfase, telas sobre las cuales
ella ilícito un juego propio de la experimentación con
pintura y los efectos de cambio del pigmento sobre la tela creando
imágenes sutiles y evocativas. En este sentido lo que nosotros
encontramos en sus pinturas son instancias en las cuales líneas,
planos y colores funcionan como trazos del proceso creativo pero explorando
armonía en el todo de las piezas, lo cual debe ser leído
como un tipo de pintura orquestada que parece sobre la tela como suspendida
en el tiempo. Estas capas de diferentes instancias en pigmento aclaran
la forma gravitacional del modo como es trabajada la luz, algo que
nos trae a una conciencia de la duración del tiempo en los
términos en que Bergson´s se refirió al concepto
de tiempo.
Este tipo de movida en el abstraccionismo ha sido relacionada como
una reacción contra el canon de la representación así
como una reacción de la pintura contra el surgimiento de la
fotografía. Sin, embargo, más pertinentemente, el abstraccionismo
está relacionado con un impulso que hemos llamado en artes
plásticas autoconciencia del arte. Incluso a través
de la metafísica y la fenomenología del plano pictórico,
nosotros podemos encontrar que abstraccionismo y conceptualismo se
relacionan en varios momentos epistemológicos del concepto
y de la abstracción. En sus pinturas en metal de 1996 la artista
expuso el material a la erosión intencional para que recibiera
los efectos de la luz natural así como a efectos artificiales
haciendo su consistencia más rústica. Así, mientras
la exploración de tales efectos son el resultado de sus preguntas
personales, ello también le confiere a sus pinturas un nivel
metatextual. Una dimensión de juego es visible en estas piezas
las cuales nos remiten a un proceso creativo en el que la artista
está aprendiendo con cada pieza, entendiendo cada pintura como
un proceso de aprendizaje.
En sus pinturas “estudios de campo” de 1997 varias pinturas
sobre papel fueron juntadas por la artista y reunidas como un sólo
trabajo. Aquí la artista propuso diferentes perspectivas y
puntos de vistas sobre un mismo proceso expresando la forma como se
percibe la luz y el color, algo que la artista llamo notaciones de
color. Estas piezas hacen eco a aspectos de otras entre sus pinturas
pues en estas ella recicló elementos derivados y hasta residuos
del proceso mismo de pintar en su estudio. Tomando estos elementos
espontáneos y luego componiendo con ellos, la pieza derivó
en formas inventivas de pintar nacidas de lo que había inicialmente
obviado en su estudio. Por ejemplo, en sus pinturas llamadas Habitad
de 1999, un número de monotipias de mediano formato no fueron
expuestas a efectos ni naturales ni artificiales, así como
tampoco hubo en ellas referencias a un contexto determinado sino más
bien un arte que volvió el proceso de trabajo y la vida cotidiana
en un tipo inscripción pictórica sobre las telas.
Este tipo de características que trajo sus pinturas cercanas
a la escritura, no se refieren a la caligrafía en sentido literal,
pero se trata de obras que requieren un análisis gramatológico,
para entender, por ejemplo, porqué, aunque no encontremos referencias
directas a la naturaleza en forma representacional, se trata en realidad
de obras que hablan de la naturaleza. Las exploración de Terrell
James nos remiten a nosotros as ciertos aspectos de un espíritu
de juego sobre el cual hablaba Humberto Eco cuando definió
la “obra abierta”, un concepto que supone la idea de una
obra de arte que está abierta a múltiples interpretaciones.
Sin embargo, este carácter plurisémico y polisémico
adquiere en sus pinturas una forma peculiar pues los niveles de significación
y evocación se relacionan con el proceso más que con
significados, algo que nos remite al hecho de que la anticipación
del espectador a nivel experiencial en la creación misma de
la pintura es central.
Con esto dicho, nosotros debemos clarificar que no estamos hablando
acerca de una artista cuyas obras son concebidas para ser vistas por
primera vez en el espacio y tiempo en que son presentadas en el espacio
de galería. Pero lo que es peculiar es como una vez que el
espectador va a la galería y contempla sus pinturas en estas
se han explorado niveles cenestésicos y de comunicación,
ósea que en este caso el concepto de una obra abierta funciona
en una manera similar a como funciona en la crítica literaria
en el sentido de que las imágenes en las pinturas de James
parecen relacionadas con determinadas narrativas personales y puntos
de vista. Asuntos críticos relacionados a las relaciones entre
imagen plástica y narrativa podrían ser pertinentes
en un análisis de las pinturas de la artista si nosotros consideramos
las relaciones sugestivas de sus abstracciones con la música
y la poesía.
Claro, podemos hablar de narrativas en sus pinturas únicamente
en un sentido muy general, un sentido sintagmático, notaciones,
puntos de vistas, etc., como momentos en los cuales elementos, formas
y líneas se desarrollan en sus composiciones, así como
por cierto carácter escritural de su modo de pintar sobre la
tela. Aun cuando no hay escritura propiamente en las pinturas de James,
ni referencias en forma de imágenes a la caligrafía
o la escritura alfabética, su modo de pintar funciona fenomenológicamente
como un tipo de pintura inscritural y escritural. Su trabajo es un
tipo de prosa plástica que es como una plástica en prosa.